Louise Brooks |
Hoy leo que Louise
Brooks se encerró dos meses en un hotel, junto a Charles Chaplin y otra pareja,
en una orgía de sexo y cultura. No sé de la otra pareja, no la conozco, pero de
Chaplin y de Louise lo imagino.
Nosotros con respecto al tiempo nunca lo
llevamos tan lejos. Creo recordar que lo máximo que
duraba era quince días, una semana las más. Y tampoco nos encerrábamos sino que,
en caso de estar en nuestra vieja y aislada casa de la Cerdaña, de vez en
cuando hacíamos excursiones por la montaña para visitar preciosas aldeas casi
abandonadas; o, de hacerlas en el barco, íbamos de isla en isla recalando en
pequeñas y solitarias playas. Y no éramos solo cuatro sino seis, siete, ocho...
Y eran más abiertas, aunque poco.
En los días de montaña
solía presentarse algún amigo o pareja, conocedores, naturalmente, de cómo
vivíamos y de lo que allí se cocinaba. En cuanto al sexo, dudo que alguien
pueda superar aquello, ya que las condiciones las marcaba el gusto y el límite de
cada uno, aunque nunca nadie defraudó o coartó la fantasía del amigo sino que
intentaba satisfacerla sin mediar prejuicio y con gusto. Y de cultura, qué
puedo contar de nuestro grupo de amigos, abiertos y ácratas, amantes del mejor
cine, de la filosofía, de la ciencia y sin ningún prejuicio intelectual. Qué
más se puede pedir.
En mis libros no
detallo ninguna de estas fiestas, no podría porque desvirtuaría la historia que
pretendo contar; sin embargo, quizá un día que me sienta demasiado melancólico
y con la suficiente agilidad para escribir a vuelapluma, lo haga en este blog.
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Amara ha entrado en
casa llorando. Al principio he pensado que en poco se le pasaría, pero he
terminado abrazándola y acariciándola. Su amiga ha muerto y no ha podido
despedirse. Hoy no me ha acusado de frío y duro, de inmune al dolor del
espíritu.
¿Qué harás el día que
yo muera? Podría haberle preguntado, pero no es el momento. Hoy es mejor callar
y consolarla, hablar de los últimos descubrimientos sobre el Universo o de
la reunión de ayer, lo que se trató para el futuro del partido.
No sabía de su
cercanía con Maribel, de la amistad que forjaron durante años y de la
admiración que mutuamente se sentían. Hoy he descubierto una nueva faceta en mi
compañera y hasta qué punto amaba a Maribel. Nunca la había visto llorar tanto ni
tan desconsoladamente.
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Leo que una mujer se
ha quemado frente la oficina de su banco.
-"¡Mirad lo que me habéis hecho, me lo habéis quitado
todo!" –Ha dicho al
prenderse.
No es la primera
persona ni será la última, España no es Túnez, solo lo parece, allí solo una fue suficiente
para derribar al régimen. Aquí ni que se quemara el 10% de la población habría
bastante, ya que más de la mitad está a favor de las bandas que defienden el
desahucio.
En Gijón un grupo de
veinte nazis intentaron reventar una manifestación del PAH, mientras la policía
se lo miraba de lejos, con la esperanza, se supone, de que les facilitara las
cosas; solo actuó para defenderlos al ser expulsados por los manifestantes.
-Cómo os atrevéis a
defenderos de los nuestros, perroflautas, maricones de mierda, pordioseros...
Quizá no dijeran eso,
pero es lo que suelen cuando nadie graba o actúan contra uno de aislado; lo que
piensan, porque simplemente son los perros guardianes de sus amos.
España es como Grecia,
la gente se quema y se suicida desesperada, mientras el régimen la apalea y públicamente
se burla de ella; y de vez en cuando manda a uno de sus cachorros a infiltrarse
entre los indeseables, para conseguir algo que se me escapa.
No seré yo quien le
diga a Beatriz Talegón qué debe hacer para demostrar su cambio de bando, su
empatía y solidaridad con los desesperados. Por supuesto, no es necesario que
se queme frente la sede de su partido, aunque, bien mirado, sería un puntazo.
Aquí unos cuantos se
queman mientras una mayoría, cada día más exigua, se lo mira desde la barrera o
piensa que hay uno menos a repartir. Porque es eso, que nadie se confunda, es
lo que piensa a escondidas, incluso de sí misma, para luego, tras hacerse la
escandalizada y quejarse en el mercado o en la oficina sobre lo mucho que nos
roban, votar a las mismas bandas mafiosas.
No olvidéis que a las
personas no se les juzga por lo que dicen que piensan sino por lo que hacen.
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Un placer leerte ,Pau;escribes muy bien ,lo narras estupendamente,sencillamente, con realidad, te adentras muy bien en el meollo de la cuestión,que es de lo que se trata.una naracción muy barojiana,bajo mi punto de vista.
ResponderEliminarunha aperta moi agarimosa.
No tienes mas que zapear como hacen en "El intermedio" en 13, o en la cadena de los cuernos o esos periódicos (¿) y listo ahí los tienes.
ResponderEliminarEstos capullos están haciendo sentirse culpables a la gente que aun queda con un empleo por poco que sea.
Y a otra cosa...
Luise Brooks.... Guido Crepax se inspiro en ella para su Valentina. Y Yo estaba enamorado platonicamente de ella, que ya andaría viendo crecer las margaritas del revés hacia siglos. Pero claro eso no era ninguna noticia, lo mismo me ocurría con Kim Novak o con Janis Joplin. Rarito que era el joven entonces.
Tuvieron que haber fuegos artificiales en aquella habitación del hotel
Soto, si no conociera mis límites, abundantes por cierto, enrojecería de satisfacción; pero me temo que no es el caso.
ResponderEliminarErik, es que ahora gustan mujeres de facciones demasiado angulosas o con pinta de pillas. Creo que antes se buscaba más la belleza y ahora el atractivo.
Kim Novak era maravillosa. Lo de Janis no lo entiendo tanto, a no ser que te enamorara su música; entonces sí entendería. Yo también tengo las mías, la más grande Marilyn.
Un saludo a los dos
Tus entradas son muy interesantes, además de por lo que cuentas, también por el hecho de ir mezclados, de una sentada, temas tan diversos. Sobre la última parte, leí por ahí (en un libro sobre escritura de guiones de cine) que los personajes no son lo que dicen, son lo que hacen. Es de aplicación a las personas.
ResponderEliminarUn abrazo.