jueves, 13 de octubre de 2022

Tony

 

La pasada semana Tony nos dejó. Lo suyo, por esperado y casi deseado que fuera, fue un golpe muy duro. No dejó que nadie lo visitara ni que le administraran sedantes. Tony se fue tal como vivió, con integridad.
Era el más inteligente de todos, y también el más transigente. Antes de tomar cualquier decisión, la razonaba hasta el más pequeño detalle, priorizando la justicia y la bondad. Ton
y era así, y no pocos disgustos le dio la vida, casi todos ajenos a sus actos y más de uno por su integridad.
De
los que fuimos, es decir quienes fundamos aquel peculiar grupo de amigos, en que la libertad y la verdad más pura se convirtieron en bandera, solo quedamos Joan y yo, y Joan está mal, muy mal, andar cien metros lo agotan. Mis viejos amigos han roto las estadísticas. Año más, año menos, tras una vida sana y feliz nos han abandonado a los setenta.

Hoy recuerdo con una sonrisa, una conversación con Tony y Joan, al recriminar ambos mi obsesión por buscar el límite, que se asemejaba más a la búsqueda de un final rápido y glamuroso, que al de la aventura. Y mi respuesta, estúpida por demás por saber que llevaban razón:
-
El límite solo lo conoces cuando no consigues llegar a tu objetivo -

Estoy harto de hablar siempre de los mismo, pero es lo que hay y no puedo cambiarlo.
La vida es una broma de mal gusto, injusta en el mejor de los casos.