Son las 9,30, miércoles 30 de enero, el Metro va vacío como nunca lo había visto, no reconozco las caras de la gente y eso que siempre lo cojo a la misma hora. Hace una semana o más que no iba en él, quizá sea eso, pero igualmente lo encuentro extraño.
En la calle percibo irritación y desesperanza, parece como
si se hubiera sobrepasado el límite. Entre los jóvenes de treinta para abajo
no, esos pasan de todo, por lo menos en su mayoría. No tienen interés ni creen
en nada, se consideran liberales y algo conservadores, no quieren ser
molestados, les importa un pimiento lo que pase en Siria, en Mali, si es o no
justa la intervención, lo que suceda a los saharauis, a los palestinos. Eso cae
lejos aunque esté a la vuelta de la esquina y nunca visitarán estos países en
sus vacaciones. En caso de tener suficientes estudios solo piensan en huir del
país, marchar lejos para no volver. No sienten raigambre por la tierra, por su
gente, ni siquiera por el idioma. Muchos prefieren hablar inglés incluso entre
ellos y no es raro que en una conversación introduzcan algunas frases en este
idioma. No se lo puedo recriminar, son el último producto de una sociedad
complaciente y degenerada, y solo quieren olvidarla. Nunca nadie había sido
gobernado tan mal y a conciencia, recreándose con ello.
Me avergüenzo de la gente tan cobarde y pútrida como sus
dirigentes. Me avergüenzo porque otra cosa no puedo hacer, excepto proponer con
mis compañeros una solución, que, aun siendo reconocida como la única
capaz de regenerar el país, la mayoría la prefiere obviar, con la excusa de no
sentirse preparada para gobernarse. Prefiere seguir como está antes que eso y,
para disimular su cobardía, habla y discute sobre si seguir otros caminos que
nos imitan, falsos y organizados por el mismo poder para disgregar. Y lo sabe,
pero antes de involucrarse prefiere hacerse la engañada o pasar por estúpida.
Cada mañana paso por delante de la oficina central de Unió Democràtica,
esos que robaron el dinero que debía servir para formar a los parados, y que
utilizaron para comprar despachos y fotocopiadoras. De su cristalera cuelga una
bandera de cuatro metros, creada como todas para marcar el territorio
de un señor feudal, a costa de toneladas de sangre de una gente que solo
pretendía cultivar su tierra y procrear. Los dirigentes que, como excusa para
gobernar, se esconden tras banderas como esta, pretenden ser los herederos de
aquellos que las crearon y, para conseguirlo, aplastan, oprimen, roban y
sacrifican a quien haga falta.
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Sí Pau, estoy contigo en todo, lo que más me preocupa es la falta de estimulo en general, el conformismo, a mi me repatea, incluso compañeros de sindicatos que los he visto luchar años, veo ahora que incluso alguno está con depresión, fruto de la impotencia. Lo de este gobierno es de libro, surrealista, no sé, no sé donde vamos a llegar, la verdad.
ResponderEliminarBesos
Razón tienes Pau, pero sí yo pudiese y nada me atase. Me iba detrás de esos jóvenes.
ResponderEliminarLo de los sindicatos es natural, hoy hablaba con un antiguo sindicalista de la CCOO que rompió el carné en mil pedazos. Lo que más gracia me hace es que está interesado en nuestro partido.
ResponderEliminar¿Te has preguntado por el silencio de los sindicatos ante el escándalo de Bárcenas?
Sospechoso, ¿no te parece? Jeje
Carlos, yo me he tirado al monte, ya no queda otra solución que hacerlo, aunque de otra manera que la de antes.
ResponderEliminarLa banda se ha cargado la democracia y el estado de derecho. Hoy denunciar maltrato está penado, pedir transparencia es motivo de miles de € de multa. Hoy en día solo por protestar significa ser antisistema y está perseguido por la ley.
Escogen el día de la detención para que coincida con algunos jueces, te encierran dos meses sin pruebas o las fabrican, te apalizan y un juez prohíbe la difusión del vídeo que lo atestigua y después te detiene por resistencia a la autoridad.
Ya no queda otra, son ellos o nosotros, así de sencillo, la alternativa ya no existe porque se han cargado la democracia
Pues con esa banda que toca lo que le da la gana, nos toca bailar, la solución no puede pasar por otros tres años de explotación, indultos, corrupción y tejemanejes. ¿Y sí dimiten?. Pues voverían a salir los mismos o sus allegados. ¿Entonces cual queda?. Pues no te va a gustar: Golpe militar, junta de gobierno extraida de la junta de jefes de estado mayor o similar, que abdique éste Borbón, poner al principe, una nueva constitución y ya veremos sí hay republica ¿Con Felipe de presidente? Joder, tantos años para acabar sufriendo pesadillas sevillanas...y una nueva estructura territorial del estado más racional. No te acuerdas de aquél hermano lobo en el cual uno se echaba al monte entre carteles de: "Se venden parcelas". Como para quedarse en el país. Ahora que lo de echarse al monte... pues tú verás. Un abrazo.
EliminarReconozco que soy una de esas jóvenes cobardes (que no pasota). Que yo sepa nunca he tenido alma de líder y a estas alturas supongo que el cambio no se dará en mí, pero de veras que tengo ganas de quemarles vivos. Me da un miedo terrible un golpe de estado, aunque llegados a este punto, con tanta corrupción y tanta cara dura suelta por ahí, que nos mean en la cara, joder, no sé de qué otra manera se podría dar el cambio de manera menos traumática. Ayer parecía el Papa Moscas cada vez que me ponía a leer cualquier periódico digital. Qué ajjjsco, argh.
ResponderEliminar(Pau, que hablo solo de España, pero no se me van de la cabeza ni Siria, ni Mali, ni el Chad ni muchas otras guerras de las que no sabemos prácticamente nada. )
Yo tampoco tengo alma de líder, o quizá, pero dio tanto a los líderes que sería imposible serlo. Un anarquista no quiere ni necesita de ningún líder, solo quiere un administrador de sus deseos para poder compaginarlos con los de otros. Eso es lo que pretendo, ser coordinador de los deseos de todos o ser escuchado y valorado como ser humano por uno de ellos. Por eso soy pirata
ResponderEliminarSe palpa el desencanto, la indignación, la rabia, la impotencia... Lo extraño es que no pasa nada pese a todo. No hay desobediencia civil, ni protestas espontáneas, no hay verdadera movilización, parece que todos estamos solo por otra cosa: Sobrevivir.
ResponderEliminarEl desengaño hacia la clase política es evidente. Se destapan casos de corrupción a cada momento y en todas partes. Los nacionalistas catalanes no son ningún ejemplo de honestidad ni de transparencia pese a que nos quieren vender la moto de que la culpa la tienen los demás.
Estoy asqueado y lo malo es que no veo remedio por ninguna parte, el sistema está tan podrido que no creo que haya soluciones auténticas. Ya no creo ni en la justicia poética.
Un abrazo, Pau.
Quien dice líder dice administrador. ;-) También tengo alma anarquista, Pau, pero por desgracia no sé si seré capaz de ser la primera en nada, ni siquiera en coordinar los deseos de algunos y menos de todos. A eso me refería.
ResponderEliminarM, mientras los pueblos estén ocupados en su supervivencia es raro que se preocupen por algo más porque, entre otras cosas, no les queda tiempo para más (mira ciertas zonas de África, devastadas por sus políticos corruptos y por las argucias económicas del primer mundo y no dicen ni mu, pobrines). Solo aquellos que sientan que ya no tienen nada que perder, supervivientes o no, se alzarán.
Soy de las que luchan por llegar al día siguiente.... soy una indignada más... hemos alimentado una casta política con demasiadas prebendas... en cuanto, a la foto que encabeza el post no estoy de acuerdo... la ausencia de Dios y de amor en nuestros corazones, es lo que hace que exista el odio y la falta de solidaridad...la pobreza crece alarmantemente.
ResponderEliminar¿Qué País vamos a dejar a nuetros hijos???.... a mi hija los Reyes le llegaron 15 días después de su fecha pq se quedaron sin gasolina...cuando vió que sus amigos y sus primos tenían Reyes y ella no ... me dijo claro "no digas que no tenían gasolina, es que tú, no tienes dinero para regalos" su percepción de la realidad con 9 años, 10 en pocos días, ya es bastante nítida y tengo que hacer un gran esfuerzo para que la magia sea posible... con esto te lo digo todo. Un saludo.
Un supuesto dios nada tiene que ver con lo que pasa en España. Existen sociedades sin dios donde las cosas van mejor o peor, aunque yo diría que la falta de dioses es bueno para la sociedad.
ResponderEliminarEstoy seguro que una sociedad que se rige en base a la magia no ve las cosas tal como son, y aquí, la magia y los toros están por encima de la investigación (a los hechos presupuestarios me remito). Ahora mismo estoy terminando el libro de Stephen Hawking, "La historia del tiempo". Tengo una amiga física investigadora de este campo, la próxima semana emigra a Alemania para seguir sus investigaciones, ya que aquí, ni siquiera antes de la crisis, había nada sobre eso. De hecho desde que Rajoy está en la Moncloa España no paga su contribución al CERN, de modo que los investigadores españoles de allí pronto serán expulsados. En fin... nuestra sociedad prioriza la iglesia antes que a la investigación sobre física cuántica, precisamente la que discute con sobrada razón la existencia de un dios.
Eso es lo que hay, solo eso.
Es bueno, aunque a veces se caiga en la tristeza, que los hijos sean conscientes de la realidad; así como tu esfuerzo para que la magia sea posible, pero solo este tipo de magia.
Yo con los míos tuve suerte y siempre pude darles algo de esta magia, incluso ya mayores, sin embargo intenté por todos los medios que no cayeran en ningún engaño, que supieran dónde empezaba y hasta dónde llegaba, y que había niños que no podían disfrutarla. No sé si hice bien, eso nunca se sabe, pero por tal como van, creo que acerté.