Ha de parecer que lo controlas todo,
aunque solo lo hagas con lo tuyo; que lo calculas todo, aunque solo sean tus pasos.
Antes todos tenían un topo, los que más importaban incluso dos, uno que se descubría con facilidad, mientras otro trabajaba a la sombra con comodidad. Este último era el que menos imaginabas, tanto que solía conseguir el liderazgo y después hasta mandar. Pero eso fue más tarde, cuando los profesionales se hicieron cargo. Antes no, cuando eran pequeños y estúpidos trepas, o sencillos militares que hacían lo que podían y mal disfrazados. Ahora, no sé porqué, se parecen a los primeros, como si hubieran retrocedido muchos años.
Antes todos tenían un topo, los que más importaban incluso dos, uno que se descubría con facilidad, mientras otro trabajaba a la sombra con comodidad. Este último era el que menos imaginabas, tanto que solía conseguir el liderazgo y después hasta mandar. Pero eso fue más tarde, cuando los profesionales se hicieron cargo. Antes no, cuando eran pequeños y estúpidos trepas, o sencillos militares que hacían lo que podían y mal disfrazados. Ahora, no sé porqué, se parecen a los primeros, como si hubieran retrocedido muchos años.
Entre los que se
reunían en el gran círculo, no me costó mucho descubrirlos. No
eran ni buenos ni malos sino de libro de texto, como becarios de tres
al cuarto. Demasiado sencillo me dije, pero no había duda, solo
ellos. Quizá el resto estuviera tras un ordenador, que ahora se hace así, analizando y
archivando la información obtenida, archivándola porque es tanta
que no pueden ni saben procesarla, si no es cruzando palabras y
alguna frase. Quizá sean más y mejores, el sistema recorta en todo excepto en
medios para perpetuarse. Pero también que sea demasiado tarde, o quizá
no y los que pueden sea el ejemplo, aunque otra vez de libro de texto
y solo para los más incautos.
Estamos gobernados por mediocres, que todavía creen que los ensayos se hacen con gaseosa. Y con ella el mundo no avanza.
Estamos gobernados por mediocres, que todavía creen que los ensayos se hacen con gaseosa. Y con ella el mundo no avanza.
.
Admiro la certeza con que te expresas, a mí sólo me surgen dudas, porqué cada día encuentro más distinción entre los que gobiernan y los que mandan, en cuanto al manejo de la información, la real y la que se difunde, podría ser que la primera condicione la segunda. ¿Y al final la solución final adoptada será la única alternativa posible, la más triste? Un abrazo.
ResponderEliminar¿La solución final?
ResponderEliminar¿Quién dicta la que conviene o dice que es la única posible?
La solución está en el trabajo y el estudio, y la manera de administrarlos, nunca en la política.
Antes de crear algo primero hay que hacer un castillo de arena en el aire, si no se hace no hay creación posible. Y el mundo avanza gracias a los que llaman a los "imposibles" y retrocede con los que los destruyen.
Puede que me haya propasado con lo de mandan. Lo cierto es que muchos de los que hoy son considerados, por sus fans, como padres de la democracia, en el mejor de los casos fueron soplones del poder y en el peor instalados por él. Algunos de sus idolatradores se sorprenderían si supieran que les quemaron los cojones gracias a su mediación.
ResponderEliminarTe haces dos preguntas a las que no puedo responder. En efecto sí se supiera la verdad, quizás hubiera grandes sorpresas. Un abrazo.
ResponderEliminarIgual llevaban mucho tiempos sin necesitar topos gracias a los servicios realizados por los sindicatos y la llamada "izquierda". Actuar con destreza solo es necesario cuando hay peligro o simple temor a no poder controlar algo.
ResponderEliminarNo concibo el mundo sin utopía, de hecho la invitación a abandonar la utopía solo demanda sumisión y la creencia de que ya vivimos en el mejor de los mundos posibles. Algo que no me trago ni jartavino.