Me preguntan por qué
no hablo de política ni de economía, que para mí es lo mismo, por qué he dejado
de denunciar lo que ocurre o no planteo soluciones como solía.
Hoy mismo, después de
leer una entrada de Manuel Conthe, secretario de Estado de economía en tiempos
de Felipe, uno entiende por qué estamos como estamos, hasta qué punto somos y
hemos sido gobernados por estúpidos, gente retrógrada y sin espíritu, incapaz
ya no de superar lo heredado sino de mantenerlo. Y uno se pregunta que si eso
es nuestra clase inteligente, qué puede esperarse de la normal, que es la que actualmente
nos gobierna. Normal, sí, porque el nivel medio del elector español no pasa de
eso.
Antes, en su blog me
permitía divagar, pensar y discutir. Ahora solo queda la mofa, porque ir más
allá es entrar en su juego; aunque debo reconocer que al menos sabe escribir, muy
bien por cierto.
Hace poco un amigo me
preguntó por mi obsesión en repetir que las democracias tienen los gobiernos
que merecen, y me aseguró que él no merecía ser gobernado así. Y recuerdo que
como respuesta le pregunté cómo escogía a sus representantes, y que, ante su
reflexivo silencio, respondí por él.
-Si eres un tipo
normal y sin instinto masoquista, seguramente escoges el que te gusta más, que
crees más preparado, que habla como a ti te gusta, con el que sientes más
empatía, que tiene tus mismas inquietudes.
-Pues sí –respondió.
-Pues eso es lo que
hace la mayoría, que se supone no es masoquista, y en tu caso no puedes
quejarte porque votaste a CIU.
-Pero mintieron y de
eso no tengo responsabilidad alguna.
-Sabías que mentían.
Ahora no te hagas el tonto, primero porque avisado estabas y segundo porque no
lo eres. Dejaste que te engañaran porque te resultó más cómodo, solo eso. Ahora
no me vengas con milongas.
Y ahí quedó la cosa,
con unas cervezas y más risas, porque con los amigos mejor no hablar de
política.
En fin, por qué debo
quemarme aquí, en este precioso sitio, cuando los que me leen ya saben a qué me
refiero y suelen coincidir conmigo sobre ese asunto. Es mejor hablar de sexo, de
aventura y de divertimento, que es más sano y llena.
Mañana, que eso puede
significar en unos días, contaré mi experiencia con una de las pocas mujeres
que me dejaron un bellísimo recuerdo, excepto mis amigas, claro; y con la que
solo tuve un encuentro que ya no podré olvidar. Y si me queda tiempo hablaré
de Amara, de sus aventuras de libertad y, cómo no, del sexo más brutal.
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La música elegida impactante, uno de mis grupos preferidos para atronar en la guarida...De lo ocurrido en nuestra sociedad. ¿Que te podría decir que no sepas ya? Que no se merecen que nos preocupemos por ellos. ¡Mejor que sea por ellas!
ResponderEliminarpues sí tienes suerte de ser amado por mujeres tan importantes, y de esa forma tan brutal, viene bien hablar de todo un poco, de la pasión de la vida. La política ha dejado de ser una pasión porque todo se hace por dinero, por lo mismo, y esto es lo único que produce pasión y para eso hay que entrar en juegos un poco arriesgados. A los hombres os gusta el juego y el peligro o lo imposible a veces, en todo caso, ni con la madurez se mejora...
ResponderEliminarun besito!!