lunes, 5 de noviembre de 2012

SUSAN SONTAGE en relación a Palestina

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Entierro en Gaza de una niña asesinada por Israel

"No subestimemos la fuerza de aquello a lo que nos oponemos. No subestimemos la represalia con la cual acaso se castigue a quienes se atreven a disentir de las brutalidades y represiones que se creen justificadas por los miedos de la mayoría.
Somos carne. Se nos puede perforar con una bayoneta, despedazar con un bombardero suicida. Se nos puede aplastar con un bulldozer, o abatir a tiros en una catedral.
El miedo vincula a la gente. Y el miedo la dispersa. El valor es inspiración de las comunidades; el valor de un ejemplo, pues el valor es tan contagioso como el miedo. Pero el valor, algunas de sus modalidades, puede también aislar a los valerosos.
El destino perenne de los principios: si bien todos afirman profesarlos es probable que se sacrifiquen cuando se vuelven incómodos. Por lo general un principio moral es algo que nos pone en desacuerdo con la práctica aceptada. Y ese desacuerdo acarrea sus consecuencias, a veces desagradables, pues la comunidad se venga de aquellos que ponen en entredicho sus contradicciones: quienes desean una sociedad que en verdad mantenga los principios que dice defender.
El criterio según el cual una sociedad debería en efecto encarnar los principios que profesa es utópico, en el sentido de que los principios morales contradicen las cosas como son y como serán siempre. Las cosas como son -y como serán siempre- no son del todo perversas ni del todo buenas, sino deficientes, inconsistentes e inferiores. Los principios nos incitan a que hagamos algo respecto del mar de contradicciones en el que funcionamos moralmente. Los principios nos incitan a que nos reformemos, a que seamos intolerantes con el relajamiento moral, la componenda, la cobardía y con volver la cara a lo que resulta pertubador: esa corrosión oculta del corazón, la cual nos dice que lo que estamos haciendo no está bien, y entonces nos aconseja que estaremos mejor si no pensamos en ello.
El lema del que es contrario a los principios: ''Estoy haciendo lo que puedo''. Lo mejor posible dadas las circunstancias, desde luego.
Digamos que el principio es: está mal oprimir y humillar a todo un pueblo; despojarlo sistemáticamente de su justo techo y alimento; destruir sus habitaciones, sus medios de vida, su acceso a la instrucción y a la atención médica, y su capacidad para reunirse."




2 comentarios:

  1. Quizás es que voy siendo ya demasiado mayor y por eso cada vez me pesan mas todas esas imágenes. O porque yo estaba ahí, me refiero al tiempo en que ocurrieron. Y Resulta(con mayúscula la _R) que en todas ellas aquellos que las infligieron eran los "buenos" institucionalmente. Por eso a veces cuando me da el bajón pienso que: ¿Si no habrá tan solo una buena persona en el mundo?

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  2. Si los principios y los derechos humanos fuesen tan armados como las policías que oprimen con cuanta paz íbamos a descansar cada día.

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