domingo, 30 de septiembre de 2012

PURO JAZZ

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El viernes disfruté como un tonto en el concierto de Ignaci, uno de los mejores pianistas del mundo. Jazz puro en solitario, salido de las virtuosas manos de un ciego.
A Ignaci lo conocí hace muchos años, en el sótano de mi buen amigo Tomás, donde fraguamos la eficaz y temible revuelta, mientras nos regodeábamos con su increíble música.

El concierto sirve para recaudar fondos para dos ONGs religiosas.
Una casa en lo más granado de Barcelona, muy cerca de Pedralbes, propiedad seguramente de algún afiliado. Al término de la primera parte dos monjitas, que minutos antes no podían aguantar el sueño, se levantan para dar a conocer la extrema pobreza del tercer mundo y explicar que ya no pueden mandar demasiada comida y libros, porque España está entrando en él. Y observo el caro calzado de los presentes, para confirmar lo que temo: Amara y yo nos hemos metido en un nido de la alta burguesía catalana. De hecho reconozco algunas caras  de la nueva aristocracia burguesa.
Un tipo, con varios cientos de euros  en sus pies, nos pasa una bolsa donde tintinean algunas monedas.
-¿Qué pongo? –Me pregunta Amara con evidente ironía.
-Veinte euros, que es lo que habríamos pagado por el concierto.
Las monjas están contentas, han recaudado 1900€ entre ciento cincuenta generosas personas. Y yo me río porque momentos antes he escuchado como una familia reprochaba al abuelo haber entregado mil euros. Y es que, aparte de unos pocos que han entregado veinte como nosotros, el resto solo ha dejado chatarra.
Una de las monjas, mexicana por cierto, me cuenta que la cosa está que arde. Antes recibían miles de paquetes de la Unión Europea, pero ahora apenas llegan unos cientos y, según parece, son los últimos porque ya no les queda dinero. Por lo visto la banca también se ha comido los bocadillos. La mujer, india pura, me cuenta que en Honduras, Guatemala y México muchos niños no van a la escuela por lo lejos que está, sin embargo, cada día andan muchos kilómetros para llevar agua potable a sus casas.
-¿Y en Cuba? –Pregunto, sabiendo la respuesta.
Se encoje de hombros, mientras me mira con los ojos fríos y duros de india atormentada.
-Igual es que son comunistas y, aunque sean pobres, nadie pasa hambre ni sed y ningún niño deja de ir a la escuela -digo en alta voz, adelantándome a su invectiva.
Y pienso que nunca sabremos si no pasan por esas penalidades, precisamente porque no hay monjitas.

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Los dos partidos mayoritarios se han empeñado en suicidarse, en una carrera que parece no tener fin, junto a lo que queda de país.
El PSOE parece tener los días contados, mientras el PP sigue en pie gracias a la caterva de estúpidos que le siguen votando. Por otro lado, su socio natural, siempre solícito en apoyar todos sus desmanes e idioteces, escoge la locura y el sinsentido como remedio a sus males, agitando la visceralidad del catalanito.
España fue un invento de la floreciente y bien organizada burguesía catalana, y lo más moderno de la nobleza castellana. Aragón, a causa de las dos epidemias de peste, no podía mantener el dominio en el Mediterráneo, necesitaba la pujanza y fortaleza de su vecino y camarada de conquista, para defenderse del turco y del francés. Y Castilla necesitaba nuevas tierras y fronteras, y el moderno sistema administrativo aragonés, para organizar su caótico reino. Cinco siglos ha durado el invento, con guerras y matanzas por medio y el desprecio mutuo como fondo. Represión económica y cultural por parte del hermano poderoso, que nunca aceptó la unión de igual a igual.
Para el castellano España sólo empezó en Covadonga. Su egocentrismo le impide aceptar que en el Pirineo catalán ya corría un conde con sus mesnadas, para capturar esclavos y botín.

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Los amigos suelen preguntarme por las posibles soluciones a la actual crisis.
-Es fácil –respondo –lo primero es encarcelar a todos los políticos en activo.
-¿Todos?
-Desde el primero hasta el último, y obligarlos a demostrar cómo han conseguido su patrimonio, tanto ellos como sus familiares. Y, de no poder demostrarlo, condenarlos a trabajos forzados hasta reparar el perjuicio ocasionado.
-Eres radical –responden.
¡Radical!
Radical sería cortarles el cuello, pero yo solo propongo reeducarlos y darles la oportunidad de devolver lo sustraído.
-Lo segundo es crear una nueva masa monetaria de ámbito interno. Pero eso hace tiempo que lo propongo sin que nadie lo discuta. O quizá se soslaye porque ni siquiera llegan a entenderlo.
¿Cómo se ha llegado a eso?
Muy fácil. Porque los políticos consideran a España como su jardín y a su ciudadanía como a súbditos. Fabra es un buen ejemplo, el aeropuerto es suyo y los peperos le ríen la gracia.
En fin... solo quiero una cosa, que todos tengan claro que este país no merece ni una gota de sangre. Antes que eso mejor marchar donde sea. Aún estamos a tiempo de aprender otro idioma.
Y me hablan de la independencia y su imposibilidad.
-Europa no la aceptaría. El ejército lo evitaría...
Eso me cuentan, siempre gente del PP. Y claro... me río porque sé que en las cancillerías europeas, principalmente la alemana, se confía más en el gobierno catalán que en el español. Y no solo Europa, también Japón, China y los EEUU. Nadie tiene en cuenta al gobierno español, excepto algún despistado del tercer mundo. Incluso en Marruecos se mofan de Rajoy. De hecho, nadie coge el teléfono cuando se sabe que es él quien llama.
Ayer mismo, un amigo diputado de un país del norte de Europa, me confirmaba que Rajoy era el hazmerreir de todos los diputados de Europa.  Artur Mas lo sabe y no quiere perder la oportunidad, seguramente la última. Conoce la dificultad, incluso lo que se juega, pero también que todo pasa y que llegará el día que la gente lo encontrará normal. Ver Catalunya independiente es su sueño de juventud, la promesa que se hizo a sí mismo antes de entrar en política. Sus amigos y conocidos lo atestiguan, temerosos por lo que se avecina.

Y me pregunto qué pasará con esos cientos de miles, quizá más de un millón de individuos que se consideran españoles.
Y me pregunto si una rotura como esta, sin vuelta atrás, no debería ser refrendada por una gran mayoría, tal como sucedió en Bosnia.
Y me pregunto qué pasará cuando en el posible refrendo salga un 40% de SI, un 20% de NO y un 40% de abstención. ¿Qué pasará entonces?


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2 comentarios:

  1. Hoy estás lúcido y difícil me resulta contradecir tus afirmaciones, sólo recordarte que desde Cap de Creus hasta Finisterre, como desde Cornualles a Galicia, corre un antiguo camino de plata y piedra. Salut.

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  2. Pues sí, todos a trabajos forzados y que devuelvan lo que nos roban y han robado toda esa panda de sinvergüenzas, de verdad, es que me da asco todo. Y sí, soy radical, años llevaba sin movilizarme, a mi no me convence cualquier sindicato ni partido con sus historias, pero ahora... no me hace falta que me anime nadie, lo hago yo solita y vive Dios que soy calmA, pero cuando saco la mala hostia... uffffff.

    Bueno, yo por un concierto de buen Jazz soy capaz también de dar hasta 20 euros a las monjas...piensa que fui educada en L'Estonac :-).

    Besos de descarga, por cierto, ¿te he dicho que me encantas tú, tu vida, tus textos?, sí, creo si, unas mil o dos mil veces. Pues eso.

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