Perseguimos quimeras e imaginamos al ser humano distinto
a como es. Buscamos la manera de desarrollar y compartir nuestras ideas, y solo
encontramos oposición y miedo.
-Necesitamos gente con tu experiencia.
Se refiere sin ambages a mi edad.
-Tu punto de vista podría sernos de mucha utilidad.
Y me río con ganas. Si hicieran caso a lo que pienso y
temo, cambiarían toda su estrategia y no es eso lo que precisamente deseo y
busco.
Es la segunda vez que encuentro alguien capaz de
motivarme, abierto y con las ideas claras, combativo, leal, fiel a sus
principios y con un proyecto tan ambicioso como sano, en el que cabe gente de
cualquier procedencia y cultura.
De ser simplista diría que son anarquistas, pero con un
proyecto común y bien definido. La diferencia con el anarquismo puro o el que
tan bien conocemos los de mi generación, es que es practicable y hasta podría
triunfar, de no ser por la cobardía del individuo.
Y qué experiencia puedo aportar, a no ser la de la lucha sin complejos.
¿Estarían dispuestos a soportar una célula independiente, paralela y fuertemente disciplinada?
Imposible, va contra sus leyes, esas que han conquistado
mi espíritu.
Y yo, ¿estaría dispuesto una vez más a semejante
sacrificio?
Posiblemente. Ya que el hombre que ha luchado hasta el
límite y sin prejuicios, no siente asco ante nada. Su enemigo es tan hijo de
puta como él, lo sabe y no siente remordimiento al destruirlo; pero también
que ese tipo de lucha ha muerto y el que la practica ha perdido la guerra de
antemano.
No, de ningún modo puedo aportar experiencia. Antes que
eso prefiero desaparecer hasta conseguir el olvido. Solo puedo esforzarme en
aprender y buscar soluciones. Y es que por fin sólo soy uno más.
Han pasado treinta y seis años de todo aquello, treinta y
seis de espera, mientras veía degradarse nuestra precaria democracia; primero a
manos de Felipe, después de Aznar, luego de Zapatero y Rajoy. Degradarse por la
inacción y la desidia de una ciudadanía que no la merecía, forzada a acogerla
casi con desgana.
Ahora, tras leerme en el blog y en la red social, y haber
visto por TV3 el congreso europeo, algunos me preguntan sobre nuestra ideología
y nuestro programa, incluso sobre si somos españoles o catalanes, nacionalistas
o antinacionalistas. Y pienso que no han entendido nada. Temen la democracia
real, la participación y el compromiso; prefieren el dogmatismo de un partido
que les impida pensar, los programas que nadie respetará, las ideologías
caducas que luego prostituyen sin vergüenza a tenor de sus intereses.
.
Las cajitas mentales, aquellas de la canción, tan cómodos cada uno en su cajita. Lástima no tener una sierra de ideas que las eché todas abajo.
ResponderEliminares duro lo que dices acerca de la democracia, es un gusto leerte.
ResponderEliminarVuelvo y me sorprendo con otra de las tuyas (sonrisa)
ResponderEliminar¿ Piratas?
Salvo que esté confundida, el fin de la piratería es el lucro. Robar a los demás para uno mismo ¿ No hay demasiados en toda la Península Ibérica?
Exceptuando, por supuesto, a los africanos que secuestran barcos defendiendo su alimento. Los piratas son los de los barcos y no ellos.
Y no me llames cosa feas si contestas ¿Vale?
Besos de Luna
¿Lo habías dudado?
ResponderEliminarTienes un amigo Pirata, tanto como popular es el uno del PP o socialista uno del PSOE. Ya ves...