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En este blog no suelo hablar de esas cosas, no me gusta,
prefiero hacerlo sobre mi vida o utilizarlo como ensayo de mis novelas. Por
cierto, la publicación de la primera anda algo atrasada por mi hija, que me ha
aconsejado que escriba una introducción, mientras ella termina el prólogo. Lo cierto es que la situación del país es tan alarmante y su
democracia tan frágil, que me siento obligado a escribir constantemente sobre eso.
Ustedes me dirán, los que comentan principalmente, que
exagero con respecto a la solidez de nuestra democracia. Y no, no lo hago. En principio deberíamos vivir en ella, pero en la situación
en que nos encontramos, a muy pocos escapa que es un engaño. La democracia
española no solo es frágil sino también muy precaria. En realidad y para un
estado desarrollado nosotros solo vivimos en predemocracia. Por otro lado a la
ciudadanía tampoco le importa mucho, de hecho, a la mitad le da lo mismo tener o
no tener el derecho de votar, mientras que la cuarta parte sigue o elige conscientemente
un partido que loa el golpismo y constantemente rememora con nostalgia la
dictadura.
En fin, ante tal escaparate cualquier idea que sirva para
zarandear la opinión de esa masa ciudadana es mejor que quedarse en casa.
En la red corre una nueva propuesta: Plebiscito vinculante.
Es posible que haya sido montada por algunos bienintencionados, aunque lo más
probable es que esté dirigida por el aparato del Estado; de no ser así, lo
seguro es que ya está infiltrada. Sin embargo, me he apuntado, igual como hice
con el Partido Pirata, que por cierto, el próximo uno y dos de septiembre celebra en Barcelona su convención con todos los partidos piratas de Europa. Me
he apuntado porque es tiempo de arriesgar, de poner toda la carne en el
asador, incluso aquella que no se puede nombrar.
España, con más del 24% de su población en paro y una cuarta
parte en la pobreza, está a punto de entrar en su segunda recesión -para mí la
tercera, pero en esas cosas los economistas saben más que yo, al utilizar la aritmética en cambio de la percepción- Pero sea segunda o tercera, a nadie
escapa que socialmente será abrumadora. España, por desgracia, no es país
con el que se pueda jugar. Las algaradas y los desmanes, la inseguridad y el
pánico, entrarán en la vida de su ciudadanía. Más de uno se quemará a lo bonzo,
pero otros, antes de matarse quemarán otras cosas o se llevarán a unos cuantos
por delante, y no seré yo quien se lo impida o censure. A los pensionistas se
les reducirá sus exiguas entradas, mientras deberán seguir pagando parte de
los medicamentos y perderán muchos servicios. Las colas en los hospitales serán
de órdago, por la masiva baja en los seguros médicos privados y el previsible
aumento de enfermedades producidas por la ansiedad y la mala alimentación.
El que ha viajado _ojo, no en plan turista_ sabe que en un
país que nada tiene, no existe conflictividad social; pero en un país en que las
manzanas caen del árbol o las granjas porcinas tienen excedentes, es
inconcebible que una cuarta parte pase hambre, tanto que se subleva. El sistema
lo sabe y ya está tomando las primeras medidas: prohibir manifestaciones
populares; demonizar a los pocos que reclaman democracia comparándolos a la ETA; equiparar la resistencia pasiva con el terrorismo callejero; preparar leyes que impidan
la asociación de grupos no afines; invertir grandes sumas
en material antidisturbios; y organizar un sistema de censura en los medios, a
los que se les impide publicar el aumento de suicidios o el éxito de la
democracia participativa en Islandia y de su política económica.
España, por tanto, tiene el riesgo, primero, de caer en un
estado policial y represivo, con los medios censurados, con policías
disfrazados de negro y hombreras para parecer más gorilas, que es el truco para
infundir temor. Y, dado el fracaso de su política económica por la gran
corrupción, finalmente en una dictadura, quizá regida por los dos partidos
mayoritarios y con una legislación que impida la entrada de terceros, o incluso
se llegue a un estado de excepción permanente, en el que ya ni siquiera sea
necesaria la pantomima de las elecciones.
En principio el PSOE se rebelará ante la idea, pero por
miedo a quedar al margen del invento y perder sus prebendas, al final aceptará
simulando reticencias, con la excusa de mejor eso que algo peor. Por otro lado,
una parte de IU, residual por sus políticas suicidas _recordemos que por
avaricia refrendó la actual ley electoral_, y prácticamente toda UPyD, serán
absorbidas o convencidas.
Para entender eso solo se necesita echar cuentas. Una cuarta parte del país elige conscientemente un partido que desprecia la moral _recordemos la guerra del Irak con la matanza de inocentes que supuso, y cómo el PP hubiese vuelto a salir elegido de no ser por los atentados_ y a la mitad le importa un pito la democracia. Solo movilizando a la cuarta parte restante y zarandeando esa mitad podríamos salvar esa exigua democracia que disfrutamos.
Para entender eso solo se necesita echar cuentas. Una cuarta parte del país elige conscientemente un partido que desprecia la moral _recordemos la guerra del Irak con la matanza de inocentes que supuso, y cómo el PP hubiese vuelto a salir elegido de no ser por los atentados_ y a la mitad le importa un pito la democracia. Solo movilizando a la cuarta parte restante y zarandeando esa mitad podríamos salvar esa exigua democracia que disfrutamos.
Creo sinceramente que, pese el riesgo de caer en una trampa
por venir de quien viene, la propuesta de un plebiscito vinculante es una buena
manera o un pequeño paso para zarandear ese grupo de población, antes que el sistema consiga censurar la red.
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Completamente de acuerdo excepto en lo de permanente
ResponderEliminarEs tan probable la instauración de una dictadura del carácter que describes? La mayoría de los españoles no tiene harto de una dictadura después de tantos años de vivir en ella? Yo veo otra dictadura, la de los tecnócratas y políticos que usan la democracia, reducida a votar para uno de ellos, como sistema de control y para aplicar las políticas económicas que ellos ven convenientes y de que pueden decir tienen el consentimiento y la aprobación del pueblo que les ha elegido y confirmado en sus posiciones de poder.
ResponderEliminarHay muchas posibilidades que España caiga en una dictadura. En estos momentos se está fraguando un pacto entre los dos partidos mayoritarios, luego, cuando la crisis aumente y la gente pase hambre, deba vivir en la calle o sin agua, luz y gas, se lanzará como loca contra los políticos. El actual gobierno así como el de la Generalitat ya están legislando para evitar cualquier atisbo de desobediencia o de manifestación.
ResponderEliminarUn estado policial regido por dos partidos que atesoran casi todos los electores, gracias a un sistema electoral a su medida, gobernando un país con gente viviendo en la calle y lleno de casas vacías, de gente alimentándose de la limosna mientras los alimentos se pudren en los campos, vigilados por cuerpos policiales parecidos a gorilas.
Para mí eso es una dictadura.
Pau, me gustaría invitarte a una de las reuniones que tenemos cada noche en un canal de mumble, te dejo el tutorial por si no conoces el programa. Sobre las 11 de la noche quedamos para hablar de del trabajo que estamos haciendo.
ResponderEliminarEsto no está dirigido por el aparato del estado, creemos que es imposible que ellos aprueben algo así. De hecho ya estamos sufriendo boicot en facebook, donde nos han cerrado un evento y también han atacado el perfil, por lo que estamos usando otras redes.
http://plebiscitovinculante.wordpress.com/prensa/canal-mumble-coordinacion-virtual/
http://plebiscitovinculante.wordpress.com/about/convocatoria/
Te prometo que en cuanto pueda entraré.
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