lunes, 24 de septiembre de 2012

DIVAGANDO

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Gajes de la lucha por la democracia en Egipto
Extraído de La prensa gráfica


La cultura se forma tras una secuencia de costumbres. El vestir, las distintas maneras de tratar el sexo o la relación entre los hombres y las mujeres, son buenos ejemplos. Ahora bien... ¿es cultura lo que marca el sistema social de la hormiga, de la rata o el procedimiento reproductor del alacrán? Evidentemente. Nosotros solo somos una especie más, en la que destacan pequeñas diferencias, las mismas que podemos observar entre distintas colonias de ratas, de hormigas y hasta en alacranes de otras zonas geográficas.


China (sin palabras)


Ahora estamos convencidos que solo la democracia directa o, en su defecto, su introducción en el seno de los partidos políticos, podría solucionar la actual situación. Pero a costa de mucho riesgo, porque el individuo, al participar en la sociedad tiende a seguir líderes y formar parte de una manada; y a ésta, cualquier iluminado con pico de oro puede arrastrarla al radicalismo.
En caso que la especie sobreviva, algo muy dudoso, deberá encontrar otra forma de gobierno más adecuada a su forma de ser. Quizá buscando la excelencia entre individuos con alto grado de cognición, o desarrollando una carrera con múltiples facetas, en la que solo los más inteligentes puedan entrar y que sirva como fuente de futuros gobernantes.
Y me dirán que eso es una dictadura o podría terminar como tal. Pero no, ni de lejos, porque el gobernador solo debería servir como administrador de la voluntad popular, consultando constantemente a la ciudadanía la dirección que debe tomar ante cualquier problema.

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Constantemente me preguntan cómo y cuándo terminará la actual crisis, como si por mi cara o por mis maneras supiera más que cualquiera. Y pienso que quizá sea por haber predicho, mucho tiempo atrás y con exactitud, lo que sucedería. Y siempre respondo del mismo modo: con un encogimiento de hombros y la típica frase: “ya lo sabes, no hace falta ser muy listo para darse cuenta”.
El culpable, que no mueve un dedo, que espera con más o menos impaciencia que todo se arregle por sí solo, se siente mejor preguntando lo que ya sabe pero teme pensar. Busca, en definitiva, la manera de demostrar su imposible inocencia.


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1 comentario:

  1. Si es que está uno más perdido que un gorila en la Antártida. ¿Hacia donde caminar?.

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