__________________________________
“A través de nuestros ojos el universo se percibe a sí mismo, y a través de nuestros oídos el universo escucha sus armonías cósmicas; y nosotros somos testigos de que el universo cobra conciencia de su gloria, de su magnificencia.”
(Stefan Pashov parafraseando a Alan Watts, en Encounters at the end of the world.)
Es curioso... podría ser que los físicos hayan encontrado lo más parecido a Dios, que ya sepan quién es, qué mide y lo que pesa; y hasta es posible que estén a punto de saber cómo se hizo.
Los antiguos alquimistas creían que el hombre conseguiría entender la naturaleza del cosmos, pero nunca podrían acceder a su llave. Eso lo decían con un fraile al acecho, imagínense lo que habrían dicho sin él.
Gracias a muchos quemados en las hogueras de la inquisición (o sea, pese a Dios), hoy podemos saber cosas que estaban prohibidas, como si la censura evitase la verdad física.
Debemos reconocer que la estupidez de nuestros clérigos supera incluso a la de nuestros políticos.
.
Hoy en día filosofía, cosmología, física y sus correspondientes estudiosos, parece que buscan al creador cada uno por su propio camino, de la iglesia, así corporativa, no se menciona ningún interés en tal búsqueda.
ResponderEliminarEs natural, Carlos. La iglesia da por hecho que la búsqueda ha terminado, lo hizo hace casi veinte siglos, luego, para darle al asunto algo de profesionalidad científica, demostró su existencia con Tomás de Aquino. Ya no hizo falta más.
ResponderEliminarDespués llegó Darwin para tocarle las pelotas, pero ella, al no tener algo mejor a mano, se aferró al típico enfrentamiento de patio de colegio: tu palabra contra la mía.
Si la iglesia demostrara interés en la búsqueda del creador, reconocería no tenerlo.