Hace seis meses Joan
montó una, ¿por qué yo no? Él tiene a su hijo, yo a mi socia, que casi podría
ser mi hija. A él no le va demasiado bien, pero más por los dos sueldos que
paga, que por falta de negocio. Yo, con que mi socia gane algo tengo bastante.
Una chica capaz de vender
frigoríficos en el Polo Norte, antes del cambio climático, con su clientela y
una infraestructura casi perfecta.
¿Qué más puedo pedir?
Si funciona, antes de un
año habré montado otra y así hasta aburrir.
Tengo cinco años para
montar algo grande y a mi modo, luego me retiraré y a tomar viento.
________________________________________
Ayer, revolviendo las
fotos de mis padres, encontré una de Anna. Una casualidad casi imposible, ya
que nadie recuerda tener una.
En Internet encuentro
capítulos de sus dos libros y la mayoría de sus artículos, y de vez en cuando
topo con el archivo de una entrevista radiofónica. Me gusta oír su voz, entre
rota y melodiosa, su risa cantarina, sincera, alegre. Me gusta cómo habla y
discrimina el bien del mal, sin siquiera cambiar el tono de su voz, con
frialdad. Según Mónica eso lo aprendió de mí. Es posible, porque de adolescente
la recuerdo pasional. Ahora esta pasión la utiliza para transmitir ciencia y
seguridad entre los suyos.
Escribo su nombre en el
buscador de Google: “imágenes de Anna x” Abro una que podría salir, es de una
conferencia. Cinco personas sentadas en una larga mesa con micrófonos y una
silla vacía, es la suya. Entro en el texto...
Anna x dijo...
Lo copio en el Word y lo
guardo en una memoria externa. Es lo que haría ella. De vez en cuando me gusta
leer sus escritos.
A mi vuelta sentí el
sosiego que da una buena despedida, sin embargo, ahora, que en unos días hará
un año, noto que quedaron muchas cosas en el tintero y vuelvo a sentir ansia
por verla.
________________________________________
Los veo en el Metro. Aún
andan algo verdes, pero la vida los ha forzado.
Leo que el martes no
salieron, eso dicen los medios, sin embargo, sé que no fue así.
Aprenden rápido y siguen
una estrategia muy parecida a la nuestra. Seguro que son bien adiestrados por
gente antigua y muy labrada, quizá viejos conocidos. De ser así, sé lo qué
harán a partir de ahora. En todo caso les deseo suerte y que se anticipen sin
necesidad de precipitarse. Si un día me necesitan, ya saben dónde encontrarme.
Enfrente tienen los mismos subnormales, y me pregunto si serán capaces de
llegar tan lejos como nosotros, de metamorfosearse como los camaleones y de
cubrirse con una buena piel de salamandra.
.
.
Pues esas dudas o algunas parecidas tengo yo, pero de tontos no tiene un pelo. Creo que ahora nos toca más ejercer de espectadores que de participes.
ResponderEliminarEstoy con Carlos...
ResponderEliminarMe alegra verte de nuevo en acción.
Besos
Una pregunta tonta...
ResponderEliminar¿Para qué quieres montar tantas empresas?
Besitos
Quizá porque me revuelvo en contra de mi cansancio
ResponderEliminar