miércoles, 24 de febrero de 2021

Sobre el 23F y más

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No es la primera vez que hablo aquí del 23F, cómo lo viví, justo al lado de Mónica y cenando con Jep y Amara. Tampoco el cruce de miradas que mantuvimos Mónica y yo, y nuestra sonrisa de complicidad. Eso no significa que tuviéramos consciencia de la operación, sino que precisamente por no tenerla imaginábamos su desenlace. Y a medida que fue saliendo el entramado, también cómo y quien había montado el invento.
Tiempo después, no mucho por cierto, cenando en el precioso y mágico sótano del Capitán, con una tabla de quesos y escuchando la agradable música del pianista ciego, entre risa y risa, y recuerdo y recuerdo, le explicamos directamente lo que creíamos que había sucedido.

- Pienso igual que vosotros – respondió sin más.
Fue entonces cuando Mónica y yo supimos que habíamos acertado, aunque lo correcto sería decir que la posibilidad de haberlo hecho había aumentado considerablemente.
- ¡Con lo sencillo que hubiera sido explicar la verdad!
Y el Capitán se encogió de hombros, no era de su incumbencia, y si los actores principales preferían ser enterrados con su historia, nosotros no éramos quienes para contar lo que imaginábamos, con una autoridad que no teníamos. Que como novela estaba bien, pero solo eso.

Quien me conoce sabe que soy pirata, por lo cual no creo en reyes, eso es evidente. Por mi modo de pensar los reyes no deberían existir, igual que los presidentes de las repúblicas. De hecho tampoco creo en las repúblicas representativas, que a mi modo de ver solo sirven para prostituir la original idea de República.
Si no creo en banderas y fronteras, cómo voy a creer en reyes o individuos elegidos por una mayoría de sumisos, entre una terna creada por notables, que sobreviven gracias a ellas. Pero de mi boca jamás saldrá una acusación en la que no creo, sea contra el viejo rey o quien sea.

España es una sociedad creada a través de bulos, donde la verdad no interesa porque para el español medio carece de valor. Y el culpable es el actor principal, que la esconde porque no sabe hacer otra cosa.
A veces la verdad solo sirve para mostrar la cobardía de una sociedad que solo piensa en sobrevivir. Y si para eso hay que creer en el espíritu santo y la divina trinidad, pues arreando.


Y cambiando de tema. Que un régimen necesite explicar constantemente a su ciudadanía que es una democracia, solo tiene una explicación:
NO LO ES.




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