domingo, 10 de noviembre de 2013

EL POR QUÉ ESPAÑA ES ASÍ - 1ª PARTE

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Ayer por la tarde asistí a la presentación de la revista “Los partidos políticos se desmoronan”. Maravillosa revista y perfecta presentación, aguada por la falta de debate, de lo que me siento culpable. ¿Pero cómo se puede debatir sin ir medianamente preparado, a las siete de la tarde, después de un día difícil y con la alarma del calendario al minuto? Es imposible.
Pero esa no es toda la razón. Yo no puedo debatir sin hablar mucho, tanto como los ponentes o incluso más.

Se dice que eso de que todos los políticos son malos o sinvergüenzas es una falacia, pero no, no lo es. La alta jerarquía de los partidos más importantes ha sido copada por grupos mafiosos, maleantes, ladrones y hasta criminales, que se reparten el botín al más estilo de los cuarenta en Chicago. Lo único que no hacen es tirotearse, seguramente debido a pacto no escrito entre caballeros. Y el resto se arrastra entre la incomprensión y la indiferencia de una ciudadanía apática y degradada, que teme o simplemente odia al que se atreve a decir la verdad.
Los políticos, esos que hacen de claca y que cobran un sueldecillo que la mayoría de españoles quisieran para sí solo a cambio de aplaudir, silbar, mirar hacia otro lado o hacer el idiota, pero sobre todo votar lo que el aparato dicta, no hay duda que son sinvergüenza o subnormales, más no queda.
“No le digas a mi madre que soy diputado, ella piensa que soy pianista en un burdel”. Según Escolar eso dicen algunos diputados bromeando de su condición. Dice: “Los hay que son honestos y se quejan del actual discurso antipolítico...” Y no es cierto, desde el momento que un político vota una ley impuesta, a cambio de su sueldo, que enriquece a sus jerarcas o prohíbe la queja de a quienes representa, es deshonesto o subnormal por hacer la cama a quien no debiera. Lo preocupante es que un tipo como Escolar no se haya dado cuenta de eso.

En contra de lo que se dice, la actual crisis política deviene directamente de la económica y del fracaso del Estado en resolverla. La decepción, o lo que ahora se denomina desafecto hacia la clase política, es directamente proporcional a la falta de expectativas. Discrepo profundamente sobre la creencia que ya nada será como antes. Escolar dice que es un error pensar “que en cuanto el paro baje y suba el PIB todo volverá a la normalidad”. Nada volverá a la normalidad, porque de aquí que el paro baje pasará mucho tiempo, y cuando lo haga será en forma de salarios por debajo del umbral de la pobreza. En España veremos en poco tiempo que la mitad de las familias con dos sujetos trabajando no podrán llegar a fin de mes. Y eso, por mucho que digan o intenten convencer, no es salir de la crisis; y, por el contrario, servirá para que la ciudadanía recupere la conciencia de la lucha de clases.
Al ciudadano normal, el que engrosa la gran mayoría, no le importa la calidad democrática sino su manduca.

Hace 40 años algunos de nosotros luchamos por la democracia, solo algunos. Según un escrito, que ahora no recuerdo de quién y tampoco cómo el tal pudo llegar a semejante conclusión, durante la revuelta de los setenta solo participó un 20% de la población, unos de manera violenta, otros soterradamente y algunos obligados por las circunstancias. Y según los que escriben sobre lo que ahora acontece, en este momento solo el 12% de la población está por la labor.
Es casi un insulto insinuar que la actual situación es debida a la falta de espíritu de aquellos que lucharon entonces, los que dejaron la piel, el futuro y los estudios, para que otros despreciaran su esfuerzo y luego se llenaran la boca con la palabra democracia.

Es un error, supongo que producto de la desinformación, decir que gran parte de los que hicieron posible la democracia, fueron los que dirigieron las instituciones que salieron de ella. Personalmente no conozco ningún antiguo compañero que lo hiciera, y sí, en cambio, muchos de los soplones, de los infiltrados y de los que sospechosamente eran liberados a los pocos días sin haber sufrido ningún daño, casi todos socialistas.
Los que realmente lucharon formaron los cimientos de la futura democracia. Si luego no hubo nadie para defenderla y configurarla como tal, nadie puede recriminárselo.
Hace poco, a un par de amigos afiliados al PP, desesperados por lo que estaba ocurriendo en su partido, les dije que el problema del europeo en general y del español en particular, era su desgana en involucrarse en la política. No es suficiente decir: para eso los pagamos, porque en política no hay contrato laboral ni de servicios empresariales. Si los afiliados de los partido fueran a pasar algunas tardes libres a sus sedes, posiblemente no estaríamos tan mal gobernados.


Continuará.

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3 comentarios:

  1. Hemos llegado a las peores épocas del fascismo. Siento asco.

    Beso

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  2. Es una pena y tienes razón, a esta situación hemos llegado a traves de un cúmulo de circunstancias ajenas a quienes somos las víctimas, La constitución; un desastre anunciado; desde aquello del café para todos; ha desembocado en una serie de ducados regionales, la jefatura del estado ausente, o sea ejeciendo de Borbón, el bipartidismo tan alabado, en un reparto de prebendas y el que se mueva no sale en la foto, la cuestión ecónomica en un disparate constante, miles de millones para la banca y el resto al bolso de lo provado, lo del euro a 1,35 dolares, revalorizado en un 50% beneficia a quien exporta hacía la C.E. Y suma y sigue. Hala un abrazo, que me remonto y eso no es bueno.

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  3. Con permiso, Carlos ha resumido muy bien mi opinión; tan solo lo complementaria diciendo que la siguiente fase de empobrecimiento es devaluar el euro, una vez acostumbrados a tener menos euros, nos acostumbraremos a que vayan perdiendo valor, los euros caros serán el próximo negocio del futuro, serán vendidos masivamente bajaran de precio y auparan el dolar o el yen, los que vendan los primeros serán los grandes beneficiados.

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