lunes, 10 de febrero de 2014

EL MEJOR GOBERNANTE

___________________________


Londres, el 8 de octubre de 1940

El mejor gobierno es el que pasa desapercibido, que nadie recuerda, que hace que el gobernado se refiera a él en primera persona y en plural; el que no sale en los anales de la historia ni en los libros de las grandes hazañas.
El buen gobernante no quiere ser Alejandro ni Gengis Kan, tampoco César o Napoleón; no es tratado de inteligente ni de tonto, ni tan solo como individuo. El mejor gobernante es la colectividad gobernada por su libre albedrío.
Eso los piratas no lo veremos, ni siquiera los hijos de nuestros hijos; pero dejaremos nuestra impronta, una señal que perdurará y nos sobrevivirá; que al principio se convertirá en un punto de reflexión, que con el tiempo triunfará y se adueñará del futuro.
La sociedad no está preparada, su instinto la empuja hacia la libertad absoluta, convencida que es el medio de conseguir la felicidad; pero su miedo y su inseguridad la obligan a resguardarse tras la figura de un líder, con la excusa que sabe más que ellos, cuando en realidad pretende que alguien le saque las castañas del fuego, ponga orden y asuma la responsabilidad de los errores que ella comete.
Los líderes, por muy democráticos que se pinten, por participativos que prometan ser, son pequeños dictadores en potencia, que si no se aúpan por sí mismos, la misma sociedad que los ha elegido termina empujándolos a ello.

Este es uno de mis mensajes preelectorales, el primero de ellos. El postelectoral, ocurra lo que ocurra, lo editaré con una sonrisa; porque triunfemos o no, sabemos que nuestras ideas están calando en lo más hondo del espíritu de quien nos lee.

.

6 comentarios:

  1. Pues si esa es tu disposición, ya es mucho.

    ResponderEliminar
  2. Lo ideal es la democracia directa,la participación activa de la ciudadanía,la implicación de la misma en política;esto es lo ideal,pero hasta ahora hemos ido en la dirección inversa,el capitalismo nos anima que seamos carnaza para sus intereses de poder y económicos.
    Hace falta una revolución de la participación,y, eso empieza a estar en el ambiente,pequeños atisbos,pero importantes,esperemos que sean la simiente de otro sistema,un sistema opuesto a este capitalismo salvaje,tarea ardua,¿pero porque no va ser posible?
    Apertas agarimosas
    http://intentadolo.blogspot.com.es/2014/02/el-sacerdote-jose-maria-fabro.html

    ResponderEliminar
  3. Pues sí, pero hay que ir con cuidado, la gente sigue siendo la misma, lee poco e indaga menos y termina cayendo en la red de los charlatanes que venden humo. Ninguno de los partidos que ahora mismo se promocionan con bombo y platillo, vendiendo la participación, acepta la democracia directa, no utiliza las primarias en igualdad de condiciones. Quiere que la gente vote, pero no a todos y nunca a alguien independiente que demuestra ser más inteligente. Y, sin embargo, la gente sigue cayendo en la trampa porque es más cómodo creer en el líder que participar y mojarse.

    ResponderEliminar
  4. El meollo del que devanar la madeja es, sin duda, la libertad, entendida como libertad individual para después propagarse al ámbito social. La libertad permite actuar según los dictados de la propia voluntad, lo cual deriva en la soberanía individual, es decir, en el poder que cada persona debería preservar sobre su presente y su destino.La libertad como antítesis de autoridad no de la sociedad. Autoridad que nace cuando la sociedad delega su poder de decisión en las instituciones y se deja gobernar por el Estado Pura acracia :))

    Ánimo y adelante con vuestras propuestas, son aire limpio y eso siempre es importante.

    Un abrazo, pirata!!

    ResponderEliminar
  5. Con tu permiso utilizo esta descripción tan acertada y bien escrita

    ResponderEliminar